Miranda proyecta un estudio para detener las inundaciones en Ronda del Ferrocarril y Arenal

Las crecidas del Ebro a su paso por la ciudad de Miranda van a desaparecer, o al menos el riesgo será menor en aproximadamente un año. La Junta de Castilla y León va a licitar por 1,2 millones de euros las actuaciones necesarias para «mitigar las inundaciones y embalsamientos de agua» en el interior de las calles de Miranda de Ebro y, en particular, en el cruce de las calles Ronda del Ferrocarril y Arenal. Desde el inicio de las obras, han de estar listas en ocho meses, según la memoria.

Lo hará por medio de «la elevación de la rasante y la ejecución de un pozo de bombeo en la zona de intersección» de las dos calles, así como la instalación de clapetas en la salida al río. Las clapetas anti-retorno se utilizan en aquellos lugares en los que se pretende dejar que el agua circule en una dirección y nunca en la dirección contraria.

Las actuaciones van a permitir la disminución del riesgo de inundación y desarrollar la solución más idónea que satisfaga las necesidades funcionales, estéticas, económicas y ambientales requeridas en su planteamiento.

Miranda de Ebro ha sufrido inundaciones a lo largo de los últimos años causadas por las crecidas de los ríos Ebro, Bayas y Zadorra. Para intentar paliar los daños causados por estos desbordamientos, las administraciones públicas han encargado estudios y proyectos que estudien soluciones ante el problema de las inundaciones.

De esta forma, en enero de 2020, Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) redactó un estudio; en 2022, fue el Ayuntamiento de Miranda de Ebro quien lo encargó; y en la Conferencia Sectorial de junio de 2022, se asignó a la Comunidad de Castilla y León una cantidad económica destinada a actuaciones de protección y adaptación al riesgo de inundación, financiado con Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Los muchos colectores que desaguan las aguas de lluvia en el río Ebro y el río Bayas «no disponen sistemas antirretornos» que impidan el paso del agua procedente de los ríos. Si ésta entra por retroceso en el sistema de saneamiento, causa inundaciones en la localidad.

Una de las zonas más perjudicadas por la entrada de agua en retroceso es la intersección de las calles Ronda del Ferrocarril y de la calle Arenal, que se cruzan en la margen izquierda del río Ebro en un punto bajo, aflorando el agua por los sumideros que conectan con los colectores que desaguan en él.

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